martes, 22 de noviembre de 2011

es así.

Desperté y casi sin fuerzas me arrastré hacia la ventana y miré por los cristales. Aún me arrepiento de ese gesto. Aquel valle frondoso que había construido casi sin esfuerzo durante todos esos meses ya no estaba. En su lugar, un paisaje de cenizas, todo se había ido, ya no estaba. Fui allí, quería fundirme con aquel paisaje y así acabar de una vez con todo, pero entonces, justo cuando ya no me quedaba esperanza, vi un pequeño tallo. Sé que lo más adecuado era arrancarlo de raíz, pero era tan hermoso que lo dejé ahí, me prometí no cuidarlo, si no resistía no sería mi culpa, pero ahora tengo miedo, porque ya es casi un árbol y no quiero que todo vuelva a ser como antes..o quizás es lo que debe pasar.

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